Ecografía del prolapso

El prolapso genital femenino es una patología de gran prevalencia en la población. A pesar de la disparidad de datos publicados, la mayoría de estudios hablan de una prevalencia de prolapso sintomático de entre un 3-6%.

Un elevado porcentaje de las pacientes sintomáticas van a requerir algún tipo de tratamiento: conservador o quirúrgico; de hecho, un 15% de pacientes con prolapso requerirá de una reparación quirúrgica. A pesar de ser una patología benigna puede llegar a afectar de forma considerable la calidad de vida de las pacientes.

La exploración física es fundamental en la valoración del prolapso de las estructuras pélvicas.

La ecografía del suelo pélvico ha demostrado su utilidad en muchos aspectos en las disfunciones del suelo pélvico (control de mallas, estudio complementario de la paciente incontinente, valoración de la musculatura pélvica, patología asociada…).

La aportación de la ecografía en el estudio del prolapso genital es la posibilidad de identificar aspectos que son difícilmente valorables por la simple exploración física y que pueden condicionar la actitud terapéutica.

El prolapso genital femenino es el descenso de uno o más de los elementos anatómicos a través de vagina: compartimento vaginal anterior, compartimento vaginal posterior, útero o cúpula vaginal en las mujeres con histerectomía previa.

Existen distintas clasificaciones para estudiar el prolapso genital. Clásicamente se utilizaba la clasificación de Baden-Walker, que es una clasificación sencilla y práctica, estableciendo 4 grados de prolapso, pero tiene el inconveniente de ser poco reproductible. En 1996 la ICS-IUGA ideó una clasificación nueva con el fin de aumentar la precisión y reproductibilidad de la graduación: la clasificación POP-Q. Ésta es más compleja de valorar, pero permite unificar con mucha precisión tanto el grado como el tipo de prolapso: por este motivo se ha convertido en la clasificación más estandarizada en la actualidad en toda la literatura (1).

El papel de la ecografía en la valoración del prolapso, no será el de aportarnos una mejor clasificación, puesto que ya disponemos de una excelente; la ecografía nos permitirá ver más allá de la exploración física, nos pondrá de relieve defectos ocultos y nos permitirá entender los fracasos de la cirugía. A su vez profundizaremos en la identificación de las lesiones del elevador, los defectos fasciales, y su posible aplicabilidad en la decisión final de la técnica de la cirugía del prolapso. Este último aspecto aún está en investigación.

  • Control de la orina residual

    Cerca de un 20% de pacientes con sintomatología del suelo pélvico presentan disfunciones de vaciado. Además, se ha demostrado que estas disfunciones se asocian a la edad avanzada y el prolapso de órganos pélvicos, que …Leer más

  • Prolapso de estructuras pélvicas

    Además de aportar datos acerca de la fisiopatología del prolapso, como veremos en el siguiente apartado, la ecografía en el prolapso permite cuantificarlo de forma muy sencilla. Partiendo del plano sagital, y con la …Leer más

  • Compartimento Anterior

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  • Compartimento Medio

    La ecografía permite valorar cuando el útero está prolapso si se trata de un prolapso uterino aislado (Clip 1) o si se asocia a otros prolapsos. También puede diferenciar si el prolapso uterino es costa del cuello …Leer más

  • Compartimento posterior

    En los prolapsos de compartimento posterior es en los que más nos puede ayudar la ecografía porque nos identifica el órgano prolapsados, bien sea un rectocele (Clip 2), un enterocele o la combinación de ambos (Figura 3 …Leer más

  • Rehabilitación

    La ecografía también ha sido utilizada en rehabilitación del suelo pélvico para, mediante la técnica de biofeedback, aprender a ejercitar de forma más consciente la musculatura pélvica, aumentando así la efectividad de …Leer más