Gripe, ¿debo vacunar a mi hijo/hija?

¿Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad vírica, producida por el virus influenza, muy contagiosa que se transmite de persona a persona a través del aire (por la tos o los estornudos) o por medio de objetos contaminados con el virus (juguetes, toallas o por las manos). Es muy importante para evitar el contagio una correcta higiene de manos y de todos los objetos que hayan podido estar en contacto con algún niño afectado de gripe.

Los síntomas típicos de la gripe son fiebre alta, mal estar general (los niños suelen decir que les duele todo) y cefalea asociadas a síntomas respiratorios tales como dolor de garganta, tos y mucosidad. En algunas ocasiones pueden presentarse también síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea.

Por lo general la fiebre suele remitir a los 5-7 días, si bien los síntomas acompañantes pueden persistir durante unas 2 semanas.

No suele ser una enfermedad grave en los niños, si bien los lactantes y los niños que padecen enfermedades de base como el asma infantil, la diabetes o cardiopatías están más expuestos a presentar complicaciones.


¿Cómo se trata la gripe?
Al tratarse de una enfermedad vírica, la gripe no tiene un tratamiento específico que resulte eficaz, pero en casos de complicaciones graves hay medicamentos antivirales de uso excepcional.

Es muy importante resaltar que los antibióticos no sirven de nada en el tratamiento de la gripe y sólo serán útiles en el tratamiento de alguna de sus complicaciones.

El tratamiento de la gripe va encaminado a mejorar los síntomas y favorecer el confort del niño y se basa en 3 pilares:

  • Se administrarán antitérmicos/analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para ayudar a controlar la fiebre, la cefalea, el dolor muscular y, de forma genérica, el mal estar general.
  • Será importante asegurar una correcta hidratación, por lo que es muy importante asegurar la ingesta de líquidos de forma abundante.
  • Reposo hasta la resolución del proceso.
¿Debo vacunar a mi hijo de la gripe?
El virus de la gripe tiene la capacidad de mutar cada año por lo que la administración de la vacuna no genera una inmunidad permanente y por ello, en los casos en que la vacunación esté indicada, hay que revacunar cada año.
Se recomienda la vacunación anual a los niños con enfermedades de base que les hagan más propensos a las complicaciones, como niños con asma, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, pacientes neurológicos, pacientes cardiópatas, etc.
También debe vacunarse de la gripe a los niños y resto de convivientes de enfermos (sean niños o adultos) en los que podría resultar especialmente peligrosa esta enfermedad, como son los que tienen enfermedades crónicas o de la inmunidad.