El doble factor es un sistema imprescindible para operar con seguridad en Internet. Autenticarnos únicamente con una contraseña representa un riesgo por la seguridad por dos motivos:

La mayoría de las contraseñas que utiliza la ciudadanía no son suficientemente seguras y se pueden descubrir con relativa facilita con ataques de fuerza bruta o de diccionario.
Si las contraseñas se han filtrado, acabarán publicadas en el mercado negro. Esto supone un riesgo muy grande para la seguridad, sobre todo si acostumbramos a utilizar la misma clave de acceso a la mayoría de las cuentas o servicios.

¿Cómo nos protege el doble factor?
En caso de que nuestra contraseña sea vulnerada en un ataque, antes de acceder a nuestra cuenta ya nuestros datos, el ciberdelincuente se encontrará una nueva barrera de seguridad que le pedirá una nueva autenticación: por ejemplo un código temporal o un dato biométrico, y por tanto será mucho más difícil que pueda acceder.

¿Qué sistemas de autenticación existen actualmente?

Contraseñas, palabras y frases de paso, códigos PIN o preguntas de seguridad.
Biometría: retina o iris, huella dactilar, reconocimiento de la voz, geometría de la cara o escritura.
Dispositivos o tarjetas: teléfono móvil, escaneo o código QR, token o criptovalor físico o tarjeta personal.
Adjuntamos una infografía donde se explica los valores de activar el Factor de doble autentificación (2FA)